jueves, 25 de agosto de 2011

Ipanema

La sombra de una palmera evitó su deceso. El sol quemaba las cabezas y doraba los cuerpos en la playa de Ipanema. Hace días que el frío de Quito lo despidió a la entrada del aeropuerto Mariscal Sucre. Manuela jamás se enteró de que dejó la ciudad. En medio de la arena recordó la delicadeza de sus manos cuando ella lo recorría. Un cangrejo viejo y malhumorado lo empujó a su paso. Con el pasar de los días Manuela perdía las esperanzas de volverlo a ver. Era la primera vez que perdía uno de sus libros...

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